Antoine Sartre muere atropellado en la estación de metro de Denfert Rochereau en París. La policía francesa concluye de forma apresurado que ha sido un suicidio. Lejos están de imaginar que este hecho luctuoso está relacionado de forma directa con la colisión del Alejandría y el Mesana en aguas del estrecho de Gibraltar unos meses atrás.

Jacinto Reyes, perito especializado en accidentes marítimos, cincuentón, bebedor, recién divorciado y un tanto escéptico con lo que le pueda deparar la vida, es enviado para tasar los desperfectos producidos en el Mesana. Lo que parecía a priori una investigación rutinaria se complica de manera espectacular por la aparición de una red mafiosa que intentará ocultar un secreto que atesora uno de los barcos implicados. Sin embargo no va ser éste su mayor reto porque en ese viaje, en el que regresa a la ciudad en la que pasó su juventud, tendrá que enfrentarse a una mujer a la que conoce demasiado bien, Alicia.

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viernes, 15 de abril de 2011

El chat nuevo género

En estos días he caído en la cuenta que ha surgido una nueva forma de expresión que no es ni la verbal ni la escrita. Me estoy refiriendo al chat (palabra que incomprensiblemente aún no ha sido admitida por la R:A:E:). Aunque es cierto que mantiene semejanzas con el género espistolar no se podría encuandrar en él por la inmediatez de la respuesta más en la línea de la expresión oral, aunque no igual, ya que en el chat  el ritmo es  más pausado permitiendo modular las respuestas y las preguntas de forma más sosegada, atinada y a veces cargada de dobles sentidos. Logicamente no incluyo en mi argumentación aquellos chats en los que se mantiene  una conversación telefónica o una videoconferencia.  Estoy convencido que al igual que hay grandes oradores y escritores, existen también grandes chateros que dominan el género con soltura sacándole el máximo partido. Creo, y lo creo porque me ha ocurrido, que si se dan las circunstancias adecuadas en un chat se pueden llegar a profundidades insospechadas en cualquier otro tipo de comunicación. A mí me ocurrió hace unos días y no digo más.




miércoles, 13 de abril de 2011

Y el tiempo pasa

Se intenta llevar la espera con buen humor. Los asiduos al blog saben de lo que hablo. Todas las mañanas muy temprano me levanto para mirar el correo electrónico con la ilusión de haber recibido noticias favorables, pero está vacío. Parezco un enamorado esperando recibir cartas de amor acudiendo al buzón por si el cartero ha dejado esas palabras escritas que tanto se necesitan. 
En fin, un post más, un desahogo.
Me he autoimpuesto unas minivacaciones literarias una vez "finalizada" la primera parte de mi segunda novela. Una amiga está leyendo el texto y espero su opinión. Es mi manera de trabajar, necesito que me vayan indicando, sugiriendo, que me resalten los errores que ella  ha detectado en el manuscrito. Con esos puntos de vista me hago una idea más acertada de lo que he escrito porque, los que os gusta escribir lo sabréis de sobra, los árboles te impiden ver el bosque. Recuerdo que cuando pintaba había un truco para ver tu obra sin las deformaciones de la mente, era muy sencillo, se colocaba delante de un espejo, el cambio de orientación era suficiente para que la contemplases como si fueras un observador imparcial. En literatura ésto no existe y tenemos que recurrir. al menos yo lo hago, a otros ojos. Hay autores que se vanaglorian de escribir solo para ellos sin pensar en el lector, no es mi caso, a mi me preocupa quien está al otro lado de página y aunque hay  puntos que son inamovibles me dejo influenciar en otros en los que pienso llevan razón. 
                                                                  

lunes, 11 de abril de 2011

Árboles

Esta tarde paseaba por una plaza cercana a mi casa repleta de árboles centenarios surcados por ríos  caudalosos de savia. Gigantes que se alimentan de agua extraída de la tierra y sol, dieta sana quizás por eso disfrutan de buena salud. El más pequeño es un naranjo en donde la flor de azahar ya ha germinado. Le espera nueve meses de parto hasta que madure el fruto, pero un árbol es la negación de las prisas y del movimiento No hay dolor en ellos, como contrapartida ni alegrías ni amor y sin embargo nos dan sombra en verano,  madera en invierno y oxígeno para seguir envejeciendo, eso sí, sin su dignidad.

jueves, 7 de abril de 2011

Segunda Novela

El borrador de la primera parte de mi segunda novela está finalizado. Ciento cinco páginas, calculo que me quedan doscientas más. Al paso que van mis asuntos esta va a ser mi segunda novela inédita, cuatro meses llevo esperando contestación de Ediciones B y aún nada de nada. Llamé a mi agente hace un par de meses y me dijo que en la editorial habían cambiado al director y que estaba todo paralizado, así que estoy como quien dice con la cara partía. Quien piense que conseguir agente es la panacea está muy equivocado.